Regresan los rusos a Cuba, pero ahora a disputarse el mercado con China




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EL PRIMER BLOG EN EL NUEVO HERALD
La apertura de Cuba podría representar un gran problema para la agricultura en Puerto Rico, dijo hoy en una audiencia del Senado de este último país Edmund Frederique, gerente de la Oficina de Asuntos Ambientales de la Autoridad de Tierras. "Cuba tiene muchos recursos naturales y una mano de obra que puede fácilmente involucrarse en la faena. A medida que se tecnifique, la agricultura en Cuba va a tener mayor rendimiento y esto podría representar un problema grande para la agricultura en Puerto Rico'', manifestó Frederique. Agregó ante la Comisión de Comercio, Turismo, Urbanismo e Infraestructura, que en Cuba se desarrollan grandes actividades científicas en el campo de la salud, la biotecnología, el manejo de recursos naturales, de la agricultura orgánica y múltiples programas de formación universitaria.Dijo que los cubanos "han desarrollado un sinnúmero de tecnologías con los escasos recursos que tienen y existe una situación donde ellos puedan encontrar tecnología para mejorar sus facilidades de laboratorio, investigación, pueden superar muchas limitaciones''. La comisión mencionada estudia, junto a las de Asuntos Federales y la del Consumidor, el impacto socio-económico que representaría el reingreso de Cuba a la comunidad de países con libre comercio, el rol que podrían desempeñar los puertorriqueños y la posibilidad de la creación de un Instituto Puertorriqueño para la Reconstrucción Cubana. "El embargo impuesto a Cuba por parte de los Estados Unidos, desde los años 60, no ha contribuido a aislar al Gobierno cubano, que actualmente mantiene relaciones diplomáticas, económicas y culturales con alrededor de 136 países'', dijo Frederique. Las comisiones senatoriales de Puerto Rico anunciaron la celebración de audiencias sobre el tema después de que el presidente cubano, Fidel Castro, delegara provisionalmente el 31 de julio sus funciones de Gobierno en su hermano Raúl y seis hombres de su confianza, tras ser sometido a una operación intestinal. "El embargo constituye el principal obstáculo para que empresas norteamericanas inviertan en Cuba para beneficiarse de este mercado que tiene una gran demanda de bienes, servicios y tecnología de punta'', aseguró Frederique.
Los hermanos Castro
En Después de Fidel (Norma), [...] el ex analista de la CIA Brian Latell explora la relación entre Fidel y Raúl Castro y plantea los posibles escenarios de una sucesión que es motivo de especulaciones. Ofrecemos aquí un fragmento[...] La revolución está, literalmente, en ruinas. Según un estudio de la Universidad de Miami, se estima que, sólo en La Habana, trescientos edificios colapsan anualmente y cerca de cien mil residentes viven en estructuras inseguras. El deterioro de las vías, los sistemas de comunicación, el alcantarillado y las tuberías de agua y otras infraestructuras de importancia básica ha alcanzado niveles críticos. La descomposición se ha extendido a todos los niveles del sector civil. Aun más, muchos de los funcionarios del gobierno y del Partido Comunista admiten, en
conversaciones privadas, que el sistema ya falló. Estos son los problemas que Raúl está por heredar y no tendrá otra alternativa que intentar aliviarlos como pueda.
Lo más probable es que a Fidel lo suceda un régimen pretoriano controlado por Raúl y sus generales, pero lo difícil es saber por cuánto tiempo. Ya se han venido adelantando los preparativos para una sucesión ágil, y los oficiales de segunda y tercera línea tienen todos los incentivos para mantenerse unidos, aunque sólo sea una estrategia para conservar sus prebendas.
No es probable que la élite civil, ya sea individualmente o a través de alianzas, logre desafiar a los militares mientras éstos permanezcan unidos. El Partido Comunista y las organizaciones populares son frágiles cascarones cuya importancia se ha debilitado bajo los hermanos Castro. Los grupos de oposición, promotores de los derechos humanos y de la democracia, están dispersos y son todavía muy pequeños. Por lo tanto, en un corto plazo no habrá quien se enfrente con los raulistas. La principal amenaza para la estabilidad será cualquier falla de cálculo de los nuevos líderes al lidiar con un pueblo cada vez más impaciente y deseoso de cambio.
Con un personal de cerca de cincuenta o sesenta mil individuos, el sector militar es el más poderoso, competente e influyente de Cuba. Es también el más rico. La mayoría de las empresas turísticas, y otras, se hallan bajo el control de diversos oficiales de alto rango, activos o retirados, y son manejadas desde el cuarto piso del Ministerio de Defensa. El general Casas, yerno de Raúl y segundo al mando del ministerio, maneja estas actividades lucrativas, aparentemente sin ningún control externo. Sus empresas retienen el 60 por ciento de las ganancias del turismo y los dos tercios de las ventas al por menor en moneda dura. También otros ministerios y agencias del gobierno se hallan bajo la dirección de oficiales de alto rango.
Raúl ha sido el arquitecto de estas adaptaciones de la misión de los militares en Cuba. Al igual que con las concesiones que Fidel hizo para permitir el turismo extranjero y la dolarización, Raúl no se hace ilusiones ni menosprecia el riesgo que implica otorgar a los oficiales militares acceso a tan importantes flujos financieros. Pero ante el colapso de la economía, llegó a la conclusión de que no había alternativa, si se pretendía que la institución militar sobreviviera y se mantuviera la revolución. No obstante, el costo ha sido tan grande para la institución que ya no es prudente asumir que el alto mando permanecerá unido cuando el régimen enfrente sus primeras pruebas de envergadura.
La moral, la disciplina y el alguna vez fuerte sentido de propósito nacional se han visto erosionados por el resentimiento y los celos entre oficiales. Las desigualdades van a la par con las de la sociedad civil; por lo tanto, algunos, favorecidos por Raúl y su plana mayor, se enriquecen a medida que tienen acceso a la moneda dura, mientras que otros deben contentarse con vivir al margen en la economía del peso. Los oficiales jóvenes, los que están apostados en las provincias lejanas a los centros turísticos y el cuadro militar que no hace parte de esta burocracia de prebendas, se hallan en el lado empobrecido de este espectro. Es posible entonces que, entre las fuerzas militares, los más tradicionalistas estén no sólo consternados sino enfurecidos al ver que la institución, alguna vez fuente de orgullo, se ha convertido ahora en un semillero de conspicuo consumismo.[...] Sólo a unos pocos oficiales se los ha dado de baja por corrupción. A un general y dos coroneles se los despidió hace unos años por un escandaloso fraude. Por lo demás, la tolerancia impera en el ministerio y aun Raúl tolera casi todo, excepto un enriquecimiento escandalosamente evidente. No se han establecido normas de conducta en este sentido y poco se sabe sobre la gestión de los militares, sobre la forma como se seleccionan, controlan o vigilan, sobre cuánto duran sus cargos empresariales o qué requisitos deben cumplir para obtenerlos. No es sorprendente, entonces, que estas empresas pretorianas tengan fama de ser ineficientes y de no tener la capacidad para competir en un entorno de mercado libre.
Las ganancias a corto plazo que Raúl ha logrado al otorgar este tipo de sinecuras pueden convertirse en una de las peores desventajas o peligros para la estabilidad cuando esté en el poder. Al permitir un estándar más alto de vida a un grupo de oficiales privilegiados ha garantizado su lealtad, ¿pero por cuánto tiempo será esto cierto al acostumbrarse ellos al fruto, antes prohibido, del capitalismo? Casi todo lo que Raúl ha hecho para colocar oficiales en el sector de la economía de la moneda dura tiene implicaciones perjudiciales. Si hay un conflicto entre estos generales y coroneles, la supervivencia del régimen raulista se vería inmediatamente amenazada [...].
Mas la posibilidad más peligrosa tiene que ver con el mismo Raúl. ¿Qué pasaría si él muere antes que Fidel? Raúl es cinco años más joven pero se sabe que es alcohólico. En muchas ocasiones, la tensión producida por el peso de sus responsabilidades ha sido tal que puede haber afectado su salud en forma duradera. Periódicamente surgen rumores sobre supuestas graves enfermedades de Raúl, en parte porque a menudo pasan largos períodos sin que aparezca en público. En diciembre de 1991, los insistentes rumores de que había muerto obligaron a Raúl a hablar ante la prensa para desmentirlos.
"Cada cierto tiempo -dijo a los reporteros-, surge el rumor de que he muerto. Durante los Juegos Panamericanos incluso llegó a decirse que me conservaban en un refrigerador".
A diferencia de su hermano, Raúl tiene un agudo sentido del humor, a veces negro. En esta ocasión se rió con los reporteros y les aseguró que su salud era buena y que se mantenía en forma corriendo varios kilómetros al día.
El 3 de junio de 2006 cumplió setenta y cinco años, pero si llegara a morir antes que su hermano, el plan de sucesión sería caótico. Inevitablemente se daría una lucha por el poder, sobre la cual Fidel tendría muy poco o ningún control. El escenario de mayor inestabilidad se produciría si Raúl muriera en un momento en el cual el buen juicio de Fidel estuviera severamente afectado, bien sea por la edad o por una enfermedad. El régimen de los hermanos Castro quedaría al borde de la desintegración.
La muerte de Raúl enfrentaría simultáneamente a las tres líneas de sucesión más fundamentales del país: en el Partido Comunista, el gobierno y el Ministerio de Defensa. Fidel se vería sometido a intensa presión a medida que los ansiosos rivales se peleen entre sí y maniobren para obtener su favor. De igual manera, Fidel no querría nombrar un nuevo ministro de Defensa que luego estuviera en capacidad de dar un golpe de Estado. Según la Constitución cubana, el Consejo de Estado tendría que reunirse para nombrar los reemplazos de Raúl en el gobierno, pero este órgano estatal siempre ha estado bajo la égida de los hermanos Castro y, sin la intervención de éstos, podría verse paralizado por la indecisión y las peleas internas.Si los generales permanecieran unidos, su opinión prevalecería, pero como Raúl no
estaría presente como mediador, las inquinas existentes estallarían abiertamente. Los observadores extranjeros que conocen los altos mandos militares creen que no hay un consenso interno sobre quién sucedería a Raúl como jefe de Defensa. Por rango, sería el general de tres estrellas Colomé, pero se considera que el duro y taciturno ministro del Interior se desempeña mejor en el cargo que actualmente ocupa. El general Casas estimularía aun más la polarización, dado el tinte de corrupción que colorea sus actividades empresariales.
Nunca ha habido un plan de contingencia para la sucesión, ni se ha planteado candidato alguno de tercer nivel. No existe otro líder, militar, del gobierno o del partido, que se acerque a la talla de los hermanos Castro y pueda por lo tanto reclamar para sí el derecho a esta sucesión. Los dos hermanos se las han arreglado para que nadie logre llegar a ser un contrincante del mismo nivel que pueda suceder a uno u otro de ellos. Esta estrategia cumplió su cometido por varias décadas, garantizando así las respectivas hegemonías de los Castro. Pero ahora que la sucesión es un evento cercano, se ha convertido en una bomba de tiempo a punto de estallar.
El escenario de la plaza de Tienanmen también puede estimular una escisión entre los militares. Aun si estuviera en juego la supervivencia de la revolución, muchos comandantes de tropa no estarían dispuestos a abrir fuego contra los manifestantes civiles. Existen, sin embargo, otras tropas paramilitares, así como las llamadas tropas especiales o de élite, que primero fueron a Angola, en 1975, y que estarían dispuestas a cumplir este tipo de orden. Pero ello sería la fórmula más segura para que estallara una guerra civil, e incitaría a los comandantes leales y disidentes a las unidades a luchar entre sí.
Es una perspectiva de pesadilla, tanto para Cuba como para los Estados Unidos. Cualquier ruptura masiva del orden en la isla, inevitablemente conduciría a una migración marítima, también masiva, hacia la Florida. Parte de la comunidad en exilio probablemente regresaría con la esperanza de desestabilizar aún más al régimen. Habría llamados de individuos con influencia política pidiendo la intervención internacional o, específicamente, la del gobierno estadounidense. Y si llegara a intensificarse el número de muertos en Cuba o durante la migración por mar, no existiría otra alternativa viable fuera de la intervención militar. Sería el peor resultado posible tanto para Cuba como para los Estados Unidos.
From: Xxxxxx Xxxx XxxxxxInteresante. No dice quien es el presidente del Movimiento. Si Fidel Castro – que fue electo como tal -, o Raúl Castro, quien ejerce las funciones de su hermano. Y ninguno de los dos, que se sepa, está en Nueva York.
Sent: Saturday, September 23, 2006 10:24 PM
Subject: NOTA DE PRENSA PRESIDENTE DEL MNOAL
NOTA DE PRENSA
El Presidente del Movimiento de Países No Alineados ha conocido con indignación que el sábado 23 de septiembre de 2006, en horas de la tarde, el Ministro de Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela, el Excelentísimo Señor Nicolás Maduro, fue retenido ilegalmente durante una hora y media en el aeropuerto John F. Kennedy por autoridades del Gobierno de los Estados Unidos de América, en el momento en que se dirigía a abordar un vuelo que lo conduciría a la ciudad de Miami, rumbo a Caracas.
El canciller venezolano informó que, mientras estuvo retenido, fue amenazado con ser golpeado y con colocarle esposas, además de que fue insultado y de que se le retiraron sus documentos.
El Presidente del Movimiento de Países No Alineados considera que lo sucedido con el Ministro de Relaciones Exteriores de uno de sus países miembros, constituye una inaceptable violación de la Convención de Viena, de las obligaciones del Gobierno de los Estados Unidos de América como país sede de las Naciones Unidas y de todas la normas y prácticas vigentes con respecto al trato de las personas internacionalmente protegidas.
Por tanto, el Presidente del Movimiento de Países No Alineados emite su más enérgica protesta ante esta burda provocación, que podría repetirse contra cualquier miembro del Movimiento.
Nueva York, 23 de septiembre de 2006
GERARDO REYES / El Nuevo Herald
Cientos de suscripciones canceladas y mensajes de protesta así como peticiones de nuevas investigaciones periodísticas son algunas de las reacciones de indignación que han provocado en los últimos días el despido de dos reporteros de El Nuevo Herald y una colaboradora.
Hasta ayer a las 4 p.m, El Nuevo Herald había perdido 822 suscriptores y The Miami Herald 427, según el departamento de circulación de ambos diarios.
A juzgar por los apellidos de los suscriptores, se trata en su mayoría de clientes hispanos, y la razón que todos arguyeron está relacionada con el despido del reportero Wilfredo Cancio, el columnista Pablo Alfonso y la colaboradora Olga Connor.
De acuerdo con el reporte de marzo, la circulación de The Miami Herald es de 296,000 los días de semana y 390,000 el domingo. El Nuevo Herald tiene una circulación de 88,000 ejemplares entre semana y 98,0000 los domingos.
El lunes, el presidente de Miami Media Company y editor de The Miami Herald y El Nuevo Herald, Jesús Díaz, mantuvo una reunión a puerta cerrada con ocho líderes cubanoamericanos de la comunidad para analizar la situación.
Díaz dijo a El Nuevo Herald que aunque no podía identificar a los participantes ni revelar el contenido de la conversación, se trató de una reunión "cordial, respetuosa, informativa y constructiva''.
Los reporteros fueron despedidos por violación del código de ética de la compañía al aceptar pagos por sus intervenciones en programas de Radio y TV Martí, emisoras que transmiten a Cuba con fondos federales.
En la edición del viernes 8 de septiembre, cuando se anunció el despido de los periodistas, The Miami Herald publicó en primera página un artículo bajo el título "10 periodistas de Miami reciben dinero del gobierno de Estados Unidos'' que ha sido también objeto de fuertes críticas.
Desde que se publicó la noticia, los buzones del correo electrónico de reporteros y editores de El Nuevo Herald se han visto inundados de mensajes de rechazo y contrariedad por la decisión de los directivos de las publicaciones de desvincular a Cancio, Alfonso y Connor, así como por el contenido del artículo.
Uno de los frentes de protesta ha sido la creación en internet, el domingo pasado, del sitio blog Apoyo a Periodistas de El Nuevo Herald en el que fue desplegada una carta abierta a los directivos de The Miami Herald y MCclatchy Company, la cadena propietaria de ambos periódicos. La carta ha sido firmada por 40 personas, entre quienes se encuentran los escritores Zoe Valdés, Raúl Rivero, Juan Abreu, el catedrático Carmelo Mesa-Lago, periodistas de diferentes medios y editores de mesa de El Nuevo Herald.
"Reconocemos el derecho legal de la empresa a actuar de la manera que juzgue pertinente'' afirma la carta. "Pero manifestamos nuestro enérgico desacuerdo con la forma irresponsable en que se gestó el artículo, lo que lesionó sin razón la reputación de colegas dedicados y honestos''.
Los firmantes aseguran que el artículo es "amarillista'' y que crea "la falsa impresión de que la labor profesional de estos colegas era una operación política clandestina''.
También protestan por la comparación con el caso Armstrong Williams, un comentarista que recibió dinero del Departamento de Educación de Estados Unidos para promover una ley en la cual tenía especial interés el presidente George Bush. Esa comparación, según los firmantes, "implica que [los periodistas de Miami] vendían el contenido de sus comentarios. Nada más lejos de la verdad''. Díaz se abstuvo de hacer comentarios por cuanto no conoce aún el contenido de la carta abierta.
De otro lado, el periódico The Hartford Courant de Connecticut anunció el domingo que el jefe de su oficina en Washington, David Lightman, dejará de participar en la Voz de América, otra radiomisora del gobierno federal. La decisión, según lo explica un artículo del periódico, se produjo luego de que El Nuevo Herald reveló que Lightman aceptaba pagos por su intervención en programas de análisis de esa radiomisora.
"Puede ser visto como un conflicto [de intereses], y por ello estamos parando [la práctica]'', dijo Clifford Teutsch, el editor de The Courant.
El artículo del Herald citaba varios casos de periodistas prestigiosos de Estados Unidos que recibieron pagos entre $100 y $150 por cada sesión en la que participaron, sumas similares a las que Radio Martí entregó a los periodistas cubanoamericanos denunciados por The Miami Herald.
Otra de las cartas que han circulado en internet en los últimos días como reacción a los despidos, invita a los firmantes a solicitar a The Miami Herald y El Nuevo Herald que investiguen el pago a periodistas del sur de la Florida por parte del gobierno de Cuba.
An aide to U.S. Rep. Ileana Ros-Lehtinen turned himself in to federal authorities today to face charges he filed false insurance claims for the human growth hormone Nutropin.
Enrique A. Pollack was indicted inMiami on 36 counts of filing false insurance claims to the Federal Employee Health Benefit Program. The program paid more than $306,000 for 1,556 5-milligram vials and 45 10-milligram vials over a period of five years.
Pollack gave his doctors information from the Internet about the uses of human growth hormone for anti-aging purposes, according to the indictment.
He knew the drug was ''medically unnecessary," the indictment said.
Pollack has worked for Ros-Lehtinen for 14 years. She suspended him without pay today.
''I want to inform my constituents that the criminal charges against my staffer have no connection with my congressional offices and nothing to do with his performance of his official duties,'' she said in a prepared statement emailed to The Miami Herald.
Details of Pollack's responsibilities with Ros-Lehtinen's office couldn't immediately be obtained.
RUI FERREIRA/El Nuevo Herald
El despido de dos reporteros y una colaboradora de El Nuevo Herald el jueves provocó una conmoción ayer en la comunidad exiliada --desde suscriptores hasta congresistas-- que inundó la redacción de El Nuevo Herald con llamadas telefónicas y mensajes electrónicos que tenían un elevado tono de crítica hacia la decisión de cesantear a los tres periodistas.
"Es cierto que no es sano que quien se ocupe de divulgar el acontecer de una sociedad, ente, institución, organización, reciba recursos de ésta o de su contrincante, adversario o enemigo. Pero ¿debe ser eso así en el caso de la lucha contra el gobierno cubano? No lo sé'', escribió el lector José Hernández en un mensaje electrónico.
En su opinión, "de acuerdo con esta visión del problema, ningún cubano o venezolano o colombiano que ejerciera como periodista acá debería escribir sobre lo que acontece en sus lugares de origen, ya que todos están en la edad ideal de recibir subsidios de esta sociedad. Colegios gratuitos para sus hijos, bibliotecas públicas, protección de sus derechos humanos y los beneficios que vienen de vivir en un país desarrollado".
"Periodistas agudos, profesionales e inteligentes, que ejercen su profesión dentro de un compromiso personal apegado a la moral cristiana y que, además, han dado nombre, imagen y realce a un medio, no se merecen un trato público tan deplorable. Eso pudiera ser cobarde'', concluyó Hernández.
La aplastante mayoría de los lectores que contactaron el periódico revelaron que contemplaban la posibilidad de suspender la suscripción de El Nuevo Herald al considerar que el despido de los tres periodistas de alguna manera favorece al gobierno cubano.
"Creo que esta muestra de complicidad con el gobierno comunista de Cuba les causará la pérdida de muchos lectores, entre los que me incluyo'', opinó en un fax el doctor José I. Acosta.
Los despidos también tuvieron resonancia en el Capitolio de la nación. "Es un asunto muy serio. Primero, porque los periodistas despedidos son muy respetados. Segundo, porque alegar que hay falta de profesionalismo y objetividad en Radio y TV Martí es incierto e injusto. Y tercero, porque existe la duda sobre si esto fue una petición del régimen cubano a la nueva empresa matriz del Herald", dijo a El Nuevo Herald el congresista republicano Lincoln Díaz-Balart.
El jueves, la gerencia de El Nuevo Herald, tras ser informada que el columnista Pablo Alfonso, el reportero Wilfredo Cancio y la colaboradora Olga Connor integraban una lista de pagos efectuados por la Oficina de Transmisiones Hacia Cuba --que controla a Radio y TV Martí--, decidió despedir a los dos primeros y poner término a la relación contractual con la tercera.
Según el director ejecutivo de The Miami Herald, Tom Fiedler, la gerencia de El Nuevo Herald fue informada de que los tres constaban en esa lista "tan pronto nos dimos cuenta".
La información le fue comunicada al director de El Nuevo Herald, Humberto Castelló, y a los tres involucrados se les pidió sólo un comentario sobre los pagos de la entidad del gobierno federal.
"El jueves, a las 2:15 p.m., recibí en mi oficina al editor de noticias locales de The Miami Herald, Manny García, quién me informó que, tras una investigación de dos años en Radio Martí, recibieron informaciones de que dos periodistas nuestros, Alfonso y Cancio, tenían programas en la emisora y recibían contribuciones del gobierno federal. Para mí fue primera noticia que ambos tuvieran una relación contractual con la emisora gubernamental, ya que ninguno de ellos me lo había informado", explicó Castelló.
Ante la noticia y la evidencia que "me fue mostrada, papel en mano, mi reacción fue de desconcierto. Le pedí a García un tiempo razonable para conversar con mis reporteros y darles mi opinión [a García y The Miami Herald] que me estaban cuestionando sobre el asunto. Antes de hablar con ellos [los reporteros], conversé con el editor general y presidente de The Miami Herald y El Nuevo Herald, Jesús Díaz, y la vicepresidenta de Recursos Humanos, Elissa Vanaver, para expresarles mi consternación y decirles que ambos [los reporteros] habían violado el código de ética de nuestro periódico. Nuestra decisión fue separarles inmediatamente de la empresa'', añadió Castelló.
Preguntado sobre cómo se sintió, en el fuero personal, con la decisión que hubo de tomar, teniendo en cuenta la estima que profesa hacia los dos reporteros, el director de El Nuevo Herald dijo que fue dolorosa.
"Sentí un gran dolor al tener que despedir a dos excelentes periodistas, honrados y probados, y que admitieron desconocer, ingenuamente, que hubiera un conflicto de interés al recibir un pago por sus contribuciones a Radio y TV Martí, con el interés principal de informar a los cubanos. Sin embargo, su desconocimiento de nuestra política interna, por olvido o ignorancia, en su afán de ayudar a la información de los cubanos, no los exime de haber violado nuestros códigos de ética", dijo.
Según Fiedler, la investigación del periódico a su cargo comenzó hace tiempo. "Hace dos años pedimos que nos dejaran tener acceso a toda esta documentación. Cuando llegó, sobre el 15 de agosto, tuvimos que confrontar datos de por lo menos los últimos cinco años. Las indicaciones en las hojas de papel no venían juntas, sino que aparecían en una hoja, después en otra, y hubo que cruzar todos esos datos. Cuando se descubrió los nombres de gente de El Nuevo Herald, se le comunicó de inmediato", explicó Fiedler.
Según el director ejecutivo de The Miami Herald, el reportaje de ayer firmado por el reportero Oscar Corral es parte "de una más amplia investigación sobre cómo se gastan fondos federales en programa dirigidos a Cuba", incluyendo los entregados a entidades del exilio cubano.
Cuestionado sobre si hubo una intención premeditada para perjudicar a El Nuevo Herald con la publicación del reportaje en cuestión, como han sugerido cartas, mensajes de lectores y comentarios recogidos en emisoras radiales, Fiedler dijo: "No entiendo la pregunta. Si en ese listado apareciera alguien de nuestra redacción, hubiéramos publicado eso. La cuestión es que nuestro código de ética [de The Miami Herald Media Company] establece claramente que no se puede recibir ninguna remuneración de alguien o algo sobre lo cual se escribe", declaró.
Pero para Phil Peters, el vicepresidente y director del programa sobre Cuba del Lexington Institute, un centro de análisis en Arlington, Virginia, hay que considerar otras aristas. "Por el artículo en cuestión me he quedado sin saber qué es lo que exactamente ellos hicieron [en Radio y TV Martí], no se explica bien eso. Pero yo no veo nada malo en que Radio Martí le pague a alguien por su tiempo, digamos una vez a la semana, para que vaya a la emisora a dar sus opiniones", dijo Peters, quien en el pasado ha criticado a la emisora gubernamental estadounidense.
En general, Peters lamentó los despidos. "Es penoso porque son dos tremendos periodistas, de los mejores que hay cubriendo el tema de Cuba. Pero también entiendo que los editores del periódico puedan tener problemas con eso", añadió.
A los nombres de los tres periodistas de El Nuevo Herald, el reportaje de The Miami Herald añadió otros siete. Entre ellos el de Omar Claro, un reportero de deportes de Univision-Canal 23. Ayer, al informar sobre este asunto en el noticiero de las 6 p.m., el presentador Guillermo Benítez dijo, escuetamente, que "en lo que a nuestra estación respecta, la gerencia está analizando la situación para tomar la decisión correspondiente".
El reportero Joaquim Utset contribuyó a esta información.