Ed

Era uno de los mejores reporteros de su generación y un ejemplo para todos nosotros. Para un fanático de 60 minutes como yo, su carrera desfiló por mi televisor por lo menos en los últimos 15 años. Lo recuerdo en Haití y en Cuba, donde coincidimos. En Port-au-Prince recuerdo que estábamos en “ondas” diferentes y él lo reprochaba con cariño. Lo mío era la espectacularidad, las explosiones y los muertos; para Ed el asunto era reportar sobre el futuro del país, sobre las raíces de sus males y como salir de ellos. Un día, en La Habana, me preguntó cuál era el mejor lugar para hablar con la gente. Le dije que se fuera a la “esquina caliente” del Parque Central y le preguntara a la gente sobre béisbol. El resultado fue un reportaje impresionante que no ganó un Emmy porque ese año el bombazo de Oklahoma era más importante, y Ed terminó con el Emmy en el bolsillo por su entrevista con el autor del atentado. Te vamos a extrañar, compadre. Te vamos a extrañar.