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jueves, noviembre 9

Celeste Mendoza

20 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Inmensa, grande Celeste

6:00 p. m.  
Blogger BENJAMIN F. DeYURRE said...

Esto parece un rito satánico, de origen africano, inspirado por los comunistoides y su corte de retardados.

6:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Celeste Mendoza en unicono de la cultura cubana, tronco de indio!!!, Dios, estoy por empezar a creer que este tipo realmente es un agente G2, al menos se expresa igual que los policias de Centro habana ño!!!, papa, conoce un poco mas la cultura del pais que dices defender tanto.

6:20 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La reina del guaguanco, la pequeña Ache!!

6:21 p. m.  
Blogger BENJAMIN F. DeYURRE said...

CORSARIO
Sí me hablaras de Lecuona, La Sonora y Celia, te lo creería mejor. ¿ No será que tu eres de por esos laos ?

6:27 p. m.  
Blogger omar said...

Hummm... los comunistas patrocinando el Guaguancó, la Columbia y el Yambú antes de la creación del Partido Socialista Popular en Cuba! Sabio...

La gran Celeste, trayendo a colación que en los solares, no todo era chusmería. Me mataste con esto portugués!

6:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

elcoco, la pequena ache era merceditas valdes.

celeste era la reina del guaguanco.

que troco de artistas las dos!!!

8:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

este tipejo del anti tiene un problema racial muy serio. no creo que sea por un pasado de familia esclavista, pero si por un "pasado negro" que le dejo profundas huellas.

hace poco abogaba por la pureza de la raza. me imagino que es de origen nordico, de seis pies 7 pulgadas, pelo rubio, pies blanca tirando a albino, pecoso, ojos azules azules azules.

y ahora de puro cristiano criticando la religion afrocubana. como si existiera un cubano que nunca fue como minimo a una espiritista.

este anti tan puritano debe ser un ejemplar tan retorcido interior y exteriormente, que a hitler no le hubiera servido ni para botones de huesos, mucho menos para grasa de jabon.

8:29 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

y al lado de celeste esa gloria del folklore cubano, la voz genuina con las claves de Carlitos Embale. aun despues de muertos siguen siendo grandes.

8:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

habra alguien que se sienta cubano y que me niegue que al oir ese ritmo no se le van los pies, no mueve el torso disimuladamente, o sigue el ritmo con los dedos en una mesa o en los brazos de la silla.

por favor!

ay mi cuba!!!!!!!!!!!

8:42 p. m.  
Blogger Jose Antonio said...

Saoco en la tumbadora y Acaroli en el omele....Saoco en la tumbadora y acaroli en el omele...vaya saoco...saoquigua.
Dale, dale, dale Quin-dale, Dale, dale dale, Quinde.......

9:22 p. m.  
Blogger Jose Antonio said...

Que recuerdos me has posteado Rui, que recuerdos: Ver a Celeste bailarle un guaganco, y cantarselo en frances, si, en frances, "la Sopita en botella" a la visitante Josephine Baker, en Tropicana. Y otra noche verla salir a las 3 de la madrugada del Pico Blanco, casi borralla, con la voz ya ronca, bailarnos un guaguanco en O y 23 a los que por alli pasabamos...Nostalgia, Rui, Nostalgia cono

10:34 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

confirmando lo dicho anteriormente. quiero agregar que merceditas valdes estuvo casada toda su vida con guillermo barreto, el fenomenal percusionista cubano, que ademas de una carrera colosal en la isla, tambien se paseo por los mejores escenarios del mundo, y acompano a los mejores exponentes del jazz en estados unidos. barreto murio en 1991.

"Ya la Asociación Cultural Yorubá de Cuba tiene su sede en un antiguo palacio recién restaurado con el esfuerzo y colaboración de sus miembros, sito en Prado 615 entre Montes y Dragones. El local cuenta con la sala de exposiciones «Merceditas Valdés, La Pequeña Ashé», gran cantante de las canciones religiosas yorubá y divulgadora de esta cultura, fallecida en 1996".

10:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Celeste Mendoza, lo maximo, nuestra Reina del Guaguanco. Y no era que tuviera microfono oculto o no visible, la pude ver y escuchar tambien en una fiesta familiar. Una gran mujer, y un gran corazon.

Nuestra identidad, nuestra cultura que tiene mucho en comun con la suya, Rui

Gracias por recordanosla.

3:22 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

No es La reina del guaganco, pero es La conga de Micaela y la crónica de Rosa Ileana Boudet, les recomiendo el blog.

Lanzar la flecha bien lejos.



Rosa Ileana Boudet: crónicas, notas al margen y alguna sorpresa
miércoles, noviembre 08, 2006
Nostalgia de mambolandia



El otro día Josefina Diego escribió desde La Habana sobre una popular conga que arrasa en las calles y se canta y baila en todas partes (Carlos Díaz la empleó en su montaje de La puta respetuosa) la obra de Sartre que escandalizó La Habana en 1954 –protagonizada por Chela Castro-- y que entonces traducían como La ramera…Fefé, que así es como muchos llaman a la escritora, dice bien, cuántas Micaelas y Micaelos nos hemos ido a otra parte, porque a los once días y un mes para Cuba eres ya un emigrado o emigrada y cuántas micaelos y micaelas estamos en los más lejanos confines.....

La conga la encontré en You Tube puesta por Nonohack.

2:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Celeste Mendoza, me gustó su estilo y el guaguancó. En Cuba la escuchaba cuando niño. No se si está muerta o viva, ¿alguien sabe?

Ese video clip parece ser de los primeros años de los sesenta, o talvéz de finales de los cincuenta. No se de donde lo sacaron y se era parte de una película. Muy buena voz, gracia y ritmo tenía Celeste.

4:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La conga de micaela la tengo yo en ilusiones

11:02 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

reydeoro, ya murio, hace poco, y tratare de ponerte luego algo sobre su muerte.

2:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

reydeoro, lo prometido sobre celeste.

OBITUARIO / CELESTE MENDOZA
La reina del «guaguancó»
ALVARO FEITO
«En materia de soneros, mi experiencia más fuerte en Cuba fue la visita a Celeste Mendoza, la reina del guaguancó». Así se manifestaba el musicólogo Bladimir Mendoza, coordinador junto a Santiago Auserón del disco recopilatorio La semilla del son en las páginas de este periódico, hace cinco años. Y proseguía: «Esta santera temperamental ha paseado su voz... por su país, el resto de América Latina, Estados Unidos, Japón, Francia, y, recientemente, se presentó en Madrid. Vive en un amplio piso de El Vedado, desde donde domina toda La Habana, mientras el ron y una insaciable tumbadora le ayuda a esperar, no se sabe muy bien qué».

En efecto, Celeste Mendoza, que acaba de fallecer a los 68 años, asomó aquel año su voz grave y su figura oronda por España, en unión de su grupo, Los Muñequitos de Matanzas. Actuó en Madrid en julio de aquel año.

Junto a NG La Banda, Celeste Mendoza realizó justamente hace un año su última gira por Europa: cuatro países, incluida España.

Ese torbellino llamado Celeste Mendoza llevaba en su sangre el ritmo de la rumba negra de cajón, ascendiente afro-cubano de la ancestral música cubana, surgida en los pueblos profundos y en los solares marginados de la isla del tesoro. Aquella esencia sembrada de tambores lejanos y melodías arrebatadas por el calor tropical, entre la rumba rumbera y el bolero matador, llevaba en su voz el nombre de guaguancó: el mismo ritmo rebautizado salsa por motivos comerciales en la Nueva York de los años 70.

Había nacido en Santiago, se crió en el barrio más bien humilde de Los Hoyos y desde muy niñita se aprendió los quiebros, lamentos y gracias de las canciones populares. Cantaba en la radio desde los 13 años. En 1951 se la pudo ver en el coro del cabaret Tropicana, verdadero trampolín para su descubrimiento. Televisión, radio y conciertos fueron habituales desde entonces. Casi siempre entonaba sus canciones favoritas: Que me castigue Dios, Echale salsita, Echame a mí la culpa y, desde luego, su himno particular, Soy tan feliz, escrita por el rey del feeling José Antonio Méndez. Para enero se había anunciado un nuevo CD suyo: La reina del guaguancó, claro está.

Celeste Mendoza nació en Santiago de Cuba el 6 de abril de 1930 y falleció en La Habana el 22 de noviembre de 1998.

8:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias Castellanos. Así que en este mes se cumplen ocho años de su muerte. ¡Como pasa el tiempo de rápido!

El Guanguancó siempre me gustó. Esa rumba cantada a capela y con cierto deje melancólico, tiene también un cierto parecido con el Cante Hondo. Después el coro entra en acción y se acentúa más la alegría. Uno de los mejores, y más genuinos, ritmos afro-cubanos.

6:48 p. m.  

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