Por el choteo

Armengol tiene razón. Falta el "choteo" a la política cubana en Miami, principalmente en la critica. No voy ahora emular con él, ya que su última columna es lo principal aquí, pero me permito discrepar en un pequeño detalle: es que la política en este pueblo ya es, de por sí sola, todo un choteo. Sólo en Miami un comisionado es retirado de su cargo por corrupción y después vuelve a ser electo. Una vez reelecto lo vuelven a sacar, lo llevan ante los tribunales y el caso por poco se cae porque su abogado se acostó con su mujer. Sólo en Miami, los duendes inventan chismes y todo el mundo se lo cree. Sólo en Miami tardan 10 años en ampliar un aeropuerto y la corrupción duplica los costos. Sólo en Miami tenemos un alcalde del condado que no tiene la más mínima idea para que sirve el cargo, y otro en la ciudad que se hizo famoso abogando por el niño Elián González. Sólo en Miami "castristas" y "anticastristas" se odian en público pero pasan horas hablando por teléfono en privado. ¡Ah! Se me olvidaba. Y sólo en Miami tenemos ese inefable personaje que se llama Silvio Armando. ¿No me digan que aquí la vida no es un choteo?