Contrastes

LIMA - Acabo de ir ver a votar en una de las zonas más pobres de Lima. En Huáscar, distrito de San Juan de Lurigancho, un fuerte bastión de Ollanta Humala – como lo fue de Alberto Fujimori – donde la pobreza sube cerros arriba como que queriendo alcanzar el cielo. Aquí no hay agua ni electricidad en la aplastante mayoría de las casas, muchas construidas a medias. El polvo y la arena penetran por todos los poros y da a los labios un gusto a pescado. El tráfico es infernal. Pero, la gente está votando con confianza aunque no quieren decir por quién. Aparentemente no confían mucho en los extraños. Los observadores de la ONPE, de Transparencia y del Jurado Nacional de Elecciones no han detectado problemas, si bien había una gran presencia policial en los dos lugares donde fuimos. La policía controla el ingreso de los electores, el ejército cuida del orden interior. Las mesas de votación tienen un promedio de 176 electores, lo cuales se identifican con su documento nacional de identidad, reciben la boleta, votan, la depositan en una caja plástica transparente con el logo de la ONPE y firman la constancia de votación y marcan uno de los dedos con tinta azul, para evitar que voten de nuevo. Parece una rutina.

También fuimos al Colegio de San Agustín, en el adinerado barrio de San Isidro. Ambiente totalmente distinto. Para comenzar, la policía no controla la entrada al recinto. Aparentemente asume que todos son personas “decentes”, que salen de lujosos automóviles envueltas por el olor de perfumes caros. No hay duda que están votando por Alan García. Es que en el Perú el voto es obligatorio hasta los 70 años. Pero en este local hay un gran número de personas de edad superior que se someten a una larga fila para votar. Se nota claramente que es un esfuerzo de una clase adinerada para frenar el fenómeno en que devino Ollanta Humala. A la salida encuentro una muchacha de una encuestadora que está acopiando resultados a boca de urna. Me deja consultar sus apuntes. La victoria de Alan, al menos aquí, es aplastante.