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martes, mayo 2

El gas boliviano

Un grupo restricto del gobierno de Lula está reunido en Brasilia en estos momentos. Lo que la diplomacia brasileña anda diciendo es que la nacionalización del petróleo en Bolivia no significa necesariamente un corte en los abastecimientos de gas natural. Hay zonas en el sur de Brasil que dependen en un 100 por ciento del gas para los quehaceres domésticos y la calefacción de las casas. Lo que tiene realmente muy molestos a los brasileños es aquello que llaman “falta de solidaridad” por parte de Venezuela que, aparentemente, jugó un papel clave en la decisión del presidente Evo Morales. Como decía ayer, Bolivia puede prescindir de los técnicos extranjeros porque Caracas le enviará otros técnicos que los sustituirán y la situación no cambiará mucho porque salen unos extranjeros y entran otros, que vienen de otro país también interesado en controlar la extracción y distribución de los hidrocarburos en el continente. Porque de eso se trata. Venezuela es el número uno en extracción de petróleo, pero Bolivia es el primero en las reservas de gas natural. Por ello, Venezuela nunca abogó fervorosamente por la construcción del gaseoducto de Bolivia a Brasil como Morales defendía entusiasticamente hace unas semanas. Pero, hasta aquí, todo normal. Después de todo el presidente Hugo Chávez es de los que tiene dos políticas, una para el exterior – muy retórica, internacionalismo, etc. y tal – y otra para el interior donde no ha cambiado un ápice la estructura de la sociedad venezolana y eso que es, ya, después de Fidel Castro el gobernante más anciano del continente. O sea, revolucionario para el exterior, capitalista para el interior. Lo que sí molestó a los brasileños, me lo dicen ahora, es que el presidente Lula fue de los que más maniobró para otros gobiernos, en la región y fuera de ella, aceptaran a Chávez. Durante la crisis de la huelga general (2002/2003) Lula puso a funcionar el comité de amigos. Eventualmente solucionaron la crisis dejando a Chávez bien parado. Pero ahora, nadie – ni en La Paz ni en Caracas tuvo la decencia de hacer una llamada al Palacio do Planalto. Conociendo las entrelíneas de la política venezolana y el profesionalismo de la diplomacia brasileña, hay que estar de acuerdo con lo que me decía a principio de la tarde hoy uno de sus miembros. "Todo esto deja un sabor amargo, muy amargo, y no había necesidad de ello". Además, todo esto pasa dos semanas después que Brasil anunció que había logrado la independencia petrolera.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Bueno y que Rui ?

Cual es tu comentario o novedad no has dicho nada que no este en todos lo periodicos .

7:38 p. m.  
Blogger Rui said...

En serio?

10:21 p. m.  
Blogger Rui said...

Me has dejado pensando. Mirando lo que habia sido escrito a esa hora en que coloque el comentario, he constatado que la mayoria de las reflexiones todavia no habian sido hechas por otros. Yo estaba siguiendo el tema desde por la manana, porque un colega brasileno me lo advirtio al amanecer. Ahora, es cierto que otros lo han escrito. Me parece muy bien, que muchos esteamos de acuerdo en lo mismo.

12:00 a. m.  

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