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miércoles, mayo 24

Dudas

Acabo de leer el informe de la fiscalía estatal sobre el tiroteo en diciembre en el aeropuerto de Miami, que dejó un pasajero muerto después que dos policías del aire pensaron que tenia una bomba a bordo de un avión que se aprestaba a despegar hacia Orlando. El hombre, que al final se determinó que sufría de una enfermedad mental, fue abatido a la entrada del aparato y no se descubrió ninguna bomba. Ahora, el informe trata de justificar la balacera con argumentos que van desde la necesidad de mantener la seguridad de los pasajeros hasta que el pasajero, identificado como Rigoberto Alpízar, de 44 años, no respondió a las órdenes de detenerse. En los días posteriores a la balacera tuve oportunidad de hablar con el padre y el hermano de Alpízar, en su natal Costa Rica y la idea que me quedó fue si bien se trataba de un hombre enfermo, su dolencia no seria necesariamente responsable por un comportamiento errático como ese. El hermano es médico y fue claro en eso. El informe de la fiscalía insiste mucho en el comportamiento anterior al incidente, especialmente durante los días de vacaciones que Alpízar pasó con su esposa en Ecuador y Perú. Como que trata de justificar los disparos, con ello. Por otro lado, los testimonios de los demás pasajeros tampoco me parecen conclusivos. Ni todos están seguros de que Alpízar usó la palabra “bomba”, aparentemente el detonante de todo el incidente. Una cosa para mi es clara, habiendo sido el primer incidente de este tipo, los policías del aire bien podrían haber ejercido una mejor cautela. Siempre se puede ser más cauteloso en la vida. Y ejercer el gatillo alegre en los aeronaves no contribuye necesariamente a la industria turística ni a la salud de los pasajeros. [El informe en inglés está aquí].